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Finalizados los primeros trabajos de investigación en el yacimiento del Castelo do Faro
- 17/06/2022 -
Ante os indicios atopados o Concello, en colaboración coa Comunidade de Montes en Man Común de San Salvador de Prado e co apoio da Deputación de Pontevedra, encargou os primeiros traballos
O patrón construtivo indica que se trata dunha fortificación pero será a técnica da luminiscencia a que date a antiguidade dos restos no laboratorio
O patrón construtivo indica que se trata dunha fortificación pero será a técnica da luminiscencia a que date a antiguidade dos restos no laboratorio
El ayuntamiento de Covelo trabaja en la protección y puesta en valor del patrimonio cultural y arqueológico e informa que un equipo de arquéologos viene de finalizar los primeros trabajos de investigación realizados dentro de lo posible yacimiento del Castelo del Faro. Ante los indicios encontrados el Ayuntamiento, en colaboración con la Comunidad de Montes Vecinales en mano común de San Salvador de Prado y con el apoyo de la Diputación de Pontevedra, encargó los primeros trabajos que datarán los restos arqueológicos encontrados.
El alcalde Pablo Castillo explica que se encargó la intervención arqueológica en la zona con la intención de descubrir, proteger y dar a conocer parte de nuestra historia como pueblo, “forma parte de nuestro patrimonio común y debemos conservarlo”.
Por su parte José Fdez. Muradanas, presidente de CMVMC San Salvador de Prado, explica que desde un principio mostraron su interés, apoyo y colaboración para facilitar los trabajos.
El equipo de arqueología, formado por José Costa, Joâo Fonte, Carlos Otero, Francisco Alonso, Víctor Vicente y Sara Díaz, explica que se identificó un recinto que ciñe dos cumbres siguiendo la pendiente natural de la montaña. En su opinión, esta estructura tiene una técnica constructiva muy interesante porque crea el muro con dos piedras graníticas grandes hincadas colocadas de manera paralela con piedras pequeñas en medio a modo de relleno, “es cómo hacer un trabajo modular”, explica el arqueólogo José Costa.
Otra de las peculiaridades que desconcierta y, a la vez ayuda a descartar probabilidades, es las dimensiones de este muro que abarca cerca de cinco hectáreas, excediendo lo que sería un asentamiento de época castreña o de otros períodos históricos.
Además, en la zona el equipo ha documentado hasta cuatro refuerzos rectangulares de grandes dimensiones ubicadas en el exterior del muro que parecen torres, “esta estructura es muy interesante, se nota que hay un esfuerzo, una planificación, una técnica regular”.
Añaden los investigadores que se nos quedáramos solo con la técnica constructiva me los encontraría paralelismos en Portugal pero dadas las dimensiones y el emplazamiento no podemos compararlo con nada existente hasta ahora.
Descartan cualquier estructura de hábitat continuado para vivir porque en invierno es una zona dura y porque no existen construcciones interiores ni restos de cerámica, hierro o útiles para desarrollar una vida diaria. “Esto indica que la ocupación fue limitada o breve y esto es un factor extraño que nos lleva a pensar en una fortificación”.
Ahora toca pensar por que una fortificación en esa zona y para que. Las técnicas de datación aportarán claridad la este hallazgo. Al no encontrar restos materiales cómo cerámica los investigadores recurrirán a la datación por métodos físico-químicos en laboratorio. Así, los restos encontrados serán examinados con la técnica de la luminiscencia y analizará los últimos rayos solares grabados, “la técnica del radiocarbono no es posible porque el sustrato es poco y está muy contaminado por las raíces del monte bajo propio de la zona así que optaremos por la técnica de la luminiscencia que analizará las últimas incidencias de la luz en la materia y tiene un margen de error de más o menos 200 años”.
Habrá que esperar unos meses hasta que el equipo pueda datar este yacimiento pero ya barajan tres hipótesis, o inicios de la Edad Media, o inicios de la época Romana o de la Edad de Bronce. Del que sí están seguros es de que el patrón del asentamiento indica que tiene una intencionalidad de mostrar un poder político ya que no encaja en patrones de uso agrario o campesino.
Por último, el alcalde asegura que su grupo de gobierno seguirá trabajando en la defensa de nuestro patrimonio cultural y arqueológico.
El alcalde Pablo Castillo explica que se encargó la intervención arqueológica en la zona con la intención de descubrir, proteger y dar a conocer parte de nuestra historia como pueblo, “forma parte de nuestro patrimonio común y debemos conservarlo”.
Por su parte José Fdez. Muradanas, presidente de CMVMC San Salvador de Prado, explica que desde un principio mostraron su interés, apoyo y colaboración para facilitar los trabajos.
El equipo de arqueología, formado por José Costa, Joâo Fonte, Carlos Otero, Francisco Alonso, Víctor Vicente y Sara Díaz, explica que se identificó un recinto que ciñe dos cumbres siguiendo la pendiente natural de la montaña. En su opinión, esta estructura tiene una técnica constructiva muy interesante porque crea el muro con dos piedras graníticas grandes hincadas colocadas de manera paralela con piedras pequeñas en medio a modo de relleno, “es cómo hacer un trabajo modular”, explica el arqueólogo José Costa.
Otra de las peculiaridades que desconcierta y, a la vez ayuda a descartar probabilidades, es las dimensiones de este muro que abarca cerca de cinco hectáreas, excediendo lo que sería un asentamiento de época castreña o de otros períodos históricos.
Además, en la zona el equipo ha documentado hasta cuatro refuerzos rectangulares de grandes dimensiones ubicadas en el exterior del muro que parecen torres, “esta estructura es muy interesante, se nota que hay un esfuerzo, una planificación, una técnica regular”.
Añaden los investigadores que se nos quedáramos solo con la técnica constructiva me los encontraría paralelismos en Portugal pero dadas las dimensiones y el emplazamiento no podemos compararlo con nada existente hasta ahora.
Descartan cualquier estructura de hábitat continuado para vivir porque en invierno es una zona dura y porque no existen construcciones interiores ni restos de cerámica, hierro o útiles para desarrollar una vida diaria. “Esto indica que la ocupación fue limitada o breve y esto es un factor extraño que nos lleva a pensar en una fortificación”.
Ahora toca pensar por que una fortificación en esa zona y para que. Las técnicas de datación aportarán claridad la este hallazgo. Al no encontrar restos materiales cómo cerámica los investigadores recurrirán a la datación por métodos físico-químicos en laboratorio. Así, los restos encontrados serán examinados con la técnica de la luminiscencia y analizará los últimos rayos solares grabados, “la técnica del radiocarbono no es posible porque el sustrato es poco y está muy contaminado por las raíces del monte bajo propio de la zona así que optaremos por la técnica de la luminiscencia que analizará las últimas incidencias de la luz en la materia y tiene un margen de error de más o menos 200 años”.
Habrá que esperar unos meses hasta que el equipo pueda datar este yacimiento pero ya barajan tres hipótesis, o inicios de la Edad Media, o inicios de la época Romana o de la Edad de Bronce. Del que sí están seguros es de que el patrón del asentamiento indica que tiene una intencionalidad de mostrar un poder político ya que no encaja en patrones de uso agrario o campesino.
Por último, el alcalde asegura que su grupo de gobierno seguirá trabajando en la defensa de nuestro patrimonio cultural y arqueológico.
