Peto de tipo avierto que muestra pegado un enorme y artístico cruceiro que tiene todas las señales de ser el que inspiró al escultor Cerviño el Santo Cristo dos Aflixidos de Covelo, pues muestra muchísimas coas de éste, con la particularidad que el de Margarita es más antiguo.
El tope de la cruz se ve coronado por una paloma. Al frente, Cristo clavado, con una cabeza casi recta y un fraile, San Francisco, que se acerca a él con un Cáliz. El fuste de la columna, alto, esbelto, es octogonal y va menguando de perímetro a medida que se levanta. El capitel muestra por cada lado una cabeza de un ángel, pero debajo de los pies de San Salvador tiene una calavera. Cruz cilíndrica de la que cuelga un Cristo bajo el “INRI”.
Por el reverso de la cruz hay una virgen, de pie, en la que dos ángeles sostienen una corona. A mitad del palo, se observan dos santas en oposición, una de ellas con la palma del martillo.
Este curceiro aparece datado en el año 1794, esto es 105 años antes de que Cerviño hiciese el de Covelo, encontrando en la distribución artística de los elementos y en la simbología de esta obra los mismos componentes que después utilizaríaa el cantero de Cotobade en el monumental cruceiro realizado en 1899 en la plaza del Concello.
El retablo aparece colocado al pie del varal, sobre un cubo en el que se apoya, y por la parte de atrás. Es de piedra y sin colores. En él aparecen San Antonio que ata su hábito con un cordón del que valen dos ánimas para conseguir liberarse de las lápidas del Purgatorio. En un plano inferior hay tres ánimas más en las que se percibe claramente su estado eclesiástico, pues bien, por el corte especial del pelo o por los gorros que llevan, se a precia que se trata de un fraile, un obispo y un cura.
El año de construcción aparece por delante, 1794. Muestra un cierto culto porque el cajón de las limonsnas todavía funciona.
Un peto con un cruceiro no es, sin duda, una gran originalidad. Sin embargo este la tiene por estar en el peto de ánimas por la parte trasera del cruceiro. La situación normal es al contrario: el peto siempre por delante.
Fuente: libro Cruces e cruceiros de ánimas de Galicia de
Estanislao Fernández de la Cigoña.
(Editorial AGCE. Año 1997.ISBN
84-87904-10-6)